François-Jean Lefebvre, conocido como caballero de La Barre, fue un noble francés conocido por haber sido torturado, decapitado y quemado en la hoguera por no haberse quitado el sombrero al paso de una procesión y por haber dicho entre amigos frases consideradas blasfemas. En Francia se le considera símbolo de la intolerancia religiosa, junto con Jean Calas y Pierre-Paul Sirven.