Francisco de Jerónimo fue un jesuita italiano, beatificado en 1758 y canonizado en 1839. Estudió en el Colegio jesuita de Tarento y luego pasó al Colegio jesuita Gessu Vechio de Nápoles. Se ordenó como sacerdote en 1670. Famoso como predicador, pese a que su primera voluntad era ir de misionero al Japón, su superior lo destinó a la prédica por las calles de Nápoles y alrededores. Propició la comunión general los terceros domingos de cada mes.