El flujo ciclostrófico es una aproximación física al viento real. En él se considera que la fuerza generada por el gradiente de presión genera toda la aceleración centrípeta necesaria, mientras que la fuerza de Coriolis y la fuerza de rozamiento son, en comparación, mucho más pequeñas y, por lo tanto, despreciables. El movimiento ciclostrófico sólo es posible si en el centro existe una baja presión.