Fermín Aguayo, pintor español, fue un adelantado de la abstracción formando parte del Grupo Pórtico de Zaragoza, ciudad a la que llegó con algo más de diez años. Su obra se inicia dentro del poscubismo para evolucionar muy pronto hacia la abstracción y posteriormente, tras su marcha a París en septiembre de 1952, hacia la pintura figurativa. Según el retrato de Santiago Lagunas, Fermín Aguayo era inteligente, dotado para el color y la forma.