Federico I. Rey de Dinamarca y de Noruega. Hijo de Cristián I y de Dorotea de Brandeburgo. Llegó al poder por una rebelión del clero y la nobleza que desterró a su sobrino el rey Cristián II. Tuvo que superar varias insurrecciones populares que se negaban a reconocer su gobierno. Aunque católico, permitió la libertad de culto y la entrada del luteranismo en sus territorios.