La explosión de ballenas se ha documentado en dos notables ocasiones, así como en varias veces menos conocidas. La explosión más famosa ocurrió en los Estados Unidos en Florence en 1970, cuando un cachalote muerto (originalmente presentado como ballena gris) fue detonado por la División de Autopistas de Oregón en un intento por deshacerse de su cadáver en descomposición.