En la teología católica se llama examen de conciencia a la necesidad de traer a la memoria los pecados cometidos antes de administrar el sacramento de la penitencia. De la obligación de confesar íntegramente los pecados en el sacramento de la penitencia, necesariamente se sigue la necesidad de traeer a la memoria con diligencia los pecados cometidos, que es lo que se llama hacer examen de conciencia.