Se llama escarpe al zapato compuesto generalmente de láminas articuladas que cubría el calzado grueso del hombre de armas, desde la garganta del pie hasta los dedos inclusive; o sea, el empeine. También se usaron de malla, con el extremo de acero y algunos con punta larga, afilada y hasta partida para herir al caballo del enemigo y dejársela dentro. Los escarpes no parecen remontarse hasta más allá de principios del siglo XIV.