En la mitología griega Ergía era una daimon hija de Éter y la Tierra. Personificaba la pereza y la indolencia, y habitaba, junto a la quietud y el silencio, en la cueva donde dormitaba Hipnos (el sueño). Su equivalente romana sería Socordia, y su daimon opuesto, Hormes, el esfuerzo. Según J.F.M. Nöel, Ergía fue transformada en tortuga por permitir los elogios que le propinó Hefestos.