Se cree que el envejecimiento de la población en Japón superará al del resto de naciones, ya que el país tiene la mayor proporción de población anciana del mundo; más del 20% de la población japonesa tiene 65 años. En 1989 tan sólo el 11,6% pertenecía a ese grupo, pero las predicciones indican que el 25,6% pertenecería a ese grupo en 2030.