Desde 1973, la energía nuclear ha sido materia estratégica a nivel nacional en Japón, ya que el país es sumamente dependiente de los combustibles importados, al punto de que constituyen el 61% de la producción de energía. En 2008, tras la apertura de 7 nuevos reactores nucleares en Japón, Japón se convirtió en el tercer mayor productor de energía nuclear del mundo con 53 reactores nucleares operativos que generan el 34.5% de la electricidad japonesa.