La emigración sueca a los Estados Unidos en el siglo XIX y principios del XX llevó unos 1,3 millones de suecos a dejar su patria y emigrar a dicho país. A pesar de que las tierras fronterizas de los Estados Unidos tuvieron un efecto de llamada sobre las clases bajas de toda Europa, otros factores animaron especialmente a los suecos a tomar el camino de la emigración.