El rey san Eduardo el Mártir nació en 962, siendo el primogénito de Edgar el Pacífico, rey de Inglaterra, y de su primera esposa Ethelfleda, hija del caballero Ordmaer. A la muerte de su padre le sucedió en el trono pese a la oposición de su madrastra Elfrida, la cual defendía los derechos de su hijo Etelredo alegando que había nacido de una reina ungida, mientras que la madre de Eduardo nunca fue coronada.