La mayoría de la población de Mauritania todavía depende de la agricultura y la ganadería para su sustento, aunque nómadas y granjeros se ven obligados a menudo a emigrar a las ciudades desde que en la década de los 70 y 80 se acentuaron los procesos de sequía en el Sahel. El 70 por 100 de los alimentos dependen de las importaciones y del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, según datos del 2008.