Dors, mon amour fue la canción ganadora del Festival de la Canción de Eurovisión 1958. Interpretada en francés por André Claveau y representando a Francia, fue la primera vez que una canción cantada por un hombre conseguía ganar el Festival. La canción es una especie de nana del cantante a su amada. Le dice que duerma, mientras cavila sobre su amor y el poder de la noche.