En Bolivia, los departamentos son las entidades subnacionales mayores del país en las que se subdivide el territorio del Estado. Desde el 4 de abril de 2010, cuentan con autonomía reconocida por la constitución a nivel ejecutivo y legislativo pero no judicial. La autonomía fue implantada ya el 2 de julio de 2006 en los departamentos de la Media Luna (sin el reconocimiento del Gobierno central boliviano).