La Declaración Universal de Derechos Lingüísticos fue aprobada en Barcelona durante la Conferencia Mundial de Derechos Lingüísticos, celebrada del 6 al 9 de junio de 1996 por iniciativa del Comité de Traducciones y Derechos Lingüísticos del International PEN Club y el CIEMEN (Escarre International Center for Ethnic Minorities and the Nations), y que contó con el apoyo moral y técnico de la Unesco, la participación de 66 organizaciones no gubernamentales, 41 centros PEN y 41 expertos internacionales en jurisprudencia lingüística.