Dag Solstad es uno de los narradores noruegos más innovadores e interesantes de su generación, junto a Kjartan Fløgstad. Entró en la escena literaria en 1965 con Spiraler, una colección de historias cortas, que exploran cuestiones como la identidad o la alienación. Sus primeros trabajos fueron especialmente controvertidos, debido a su énfasis político (más cerca del enfoque marxista-leninista).