En la mitologia griega, Córito (Κόρυθος) era hijo de Paris y la ninfa Enone, fruto de su idilio en el Monte Ida, de donde era natural ella. Cuando Paris llevó a Helena a la ciudad de Troya, Enone mandó a Córito en busca de su padre, por despecho y buscando el perjuicio de la pareja. Córito era tan hermoso como su padre, y algunas versiones dicen que se enamoró de Helena y comenzó a cortejarla.