En mitología griega, los Curetes (en griego antiguo, Κουρῆτες Kourễtes) son divinidades a veces confundidas con los Coribantes o los Dáctilos. Nacidos en Eubea, eran hijos de Soco y Combe. Fueron expulsados por su padre, y acompañados por la madre, llegaron a Frigia para educar al dios Dioniso. Más tarde, en Ática, el rey Cécrope les ayudó a vengarse de su padre, por lo que pudieron regresar a su patria.