La cultura de la cerámica cordada es un vasto horizonte arqueológico europeo que comenzó a despuntar a finales del Neolítico regional, alcanzó su apogeo durante el Calcolítico y culminó a principios de la Edad de Bronce. También se la denomina cultura del hacha de combate/guerra o cultura de los sepulcros individuales, recibiendo unos u otros nombres en función de la escuela arqueológica a la que pertenezca el investigador correspondiente.