Cuius regio, eius religio es una frase latina que significa que la confesión religiosa del príncipe se aplica a todos los ciudadanos del territorio. Una traducción posible en castellano sería: según sea la del rey, así será la religión [del reino]; o más literalmente: de quien rija, la religión o a tal rey, tal religión. Es, pues, una declaración de lo que se podría denominar religión de Estado.