La crisis política de Tailandia de 2008 a 2010 se inició a mediados de 2008 contra el gobierno electo de Samak Sundaravej, con los disturbios civiles de la Alianza Popular para la Democracia (APD) en un intento de obligar al gobierno a modificar la Constitución aprobada en referendum en 2007 para reducir la proporción de representantes a elegir en el Parlamento de forma que los sufragios nacionales solo tuvieran un valor del 30% y el otro 70% fuera elegido por designación, pretendiendo contrarrestar el apoyo popular al Partido del Poder del Pueblo (PPP).