La crisis de Renania fue una crisis diplomática provocada por la remilitarización de esa región alemana por decisión de Adolf Hitler el 7 de marzo de 1936. El despliegue militar fue escaso, y los medios incluso ridículos (los soldados se desplazaron en bicicleta), pero el hecho constituía una violación del Tratado de Versalles y del más reciente Pacto de Locarno.