Crimen sollicitationis (en castellano "delito de solicitación") es una Instrucción, aprobada por Juan XXIII en 1962, de la Sagrada Congregación del Santo Oficio. Está firmada por el Cardenal Alfredo Ottaviani, Secretario de la Congregación, y va dirigida a "todos los Arzobispos, Obispos y otros Ordinarios locales, incluyendo aquellos de las iglesias católicas orientales".