Se denomina coste por influencia o (CPI) al valor que se le atribuye a un medio como un blog y concretamente a su editor el blogger, de intervenir o cambiar la opinión de sus seguidores. En un blog los bloggers vierten opiniones a diario y cada blog tiene sus seguidores, usuarios que leen habitualmente sus artículos y que al ser una persona visible la que escribe y no un anuncio le brindan más credibilidad que a los mensajes recibidos por la publicidad convencional.