La celebración del Corpus Christi en Madrid posee una gran significación desde el siglo XIII. Fue adquiriendo fama en Madrid a partir de que los propios reyes asistieran a las procesiones. La procesión posee los dos protagonistas: la tarasca y la custodia. El mal es representado con la tarasca, la custodia representando el bien suele ir detrás de la procesión. Tradicionalmente la procesión se ha celebrado a medodía y en la actualidad de hace por la tarde.