La Corona imperial del Estado es una de las principales joyas de la corona británica. Se usa fundamentalmente en las coronaciones de los monarcas del Reino Unido y en las ceremonias de apertura del parlamento. Se confeccionó y comenzó a usar en 1838, a partir de la coronacion de la Reina Victoria, sustituyendo a la Corona de San Eduardo, más pesada, que únicamente se emplea en el momento de la coronación propiamente dicha del monarca que accede al trono. Tiene una altura de 31,5 cm.