Los reflejos son respuestas del sistema nervioso prefijadas natural y evolutivamente en el mismo. Los organismos, o sea la materia orgánica o protoplasma, ya sea en el reino vegetal, animal o humano, están dotados en cierta forma lejana de este mecanismo, en general, aun cuando el sistema nervioso, no esté estrictamente constituido. De esta manera resultaría un tanto impropio aplicar ―aunque no fuera más que metafóricamente―, en general, el nombre de reflejo a los denominados tropismos.