El concierto para piano n. 2, en sol menor, op. 22, de Camille Saint-Saëns, fue compuesto en 1868 y es probablemente el más conocido de los conciertos del compositor. Está dedicado a Madame A. de Villers née de Haber. Fue estrenado el 13 de mayo del mismo año en la sala Pleyel de París, por el mismo compositor al piano y Antón Rubinstein en la dirección de la orquesta.