El Compluvium era una apertura realizada en el techo del vestíbulo de la antigua vivienda de los griegos, etruscos y romanos, para conducir el agua de lluvia recibida hasta el impluvium. El compluvium consistía en una simple apertura rectangular practicada en el centro del techo de los domus para permitir la entrada de la luz solar que iluminaba con su reflejo las habitaciones adyacentes y que a su vez servía de entrada del agua de lluvia que era recogida en el impluvium.