La competitividad electoral se mide en puntos porcentuales de distancia que separan al primer partido del segundo. En ocasiones se hace referencia también a la competitividad parlamentaria que estima la distancia en porcentaje de escaños en lugar del porcentaje de votos. Se suele considerar: <5 muy alta 5-10 alta 10-15 media 15-20 baja >20 muy baja