El comercio atlántico de esclavos, también conocido como el comercio transatlántico de esclavos, hace referencia al tráfico de esclavos que tuvo lugar a través del Océano Atlántico entre los siglos XVI y XIX. La inmensa mayoría de los esclavos envueltos en el tráfico atlántico eran africanos de las zonas centrales y occidentales del continente, que eran vendidos por comerciantes africanos de esclavos a compradores europeos, quienes los transportaban a sus colonias en Norte y Sudamérica.