Se llama combustible sintético a la gasolina, el queroseno y el gasóleo obtenidos mediante procesos termoquímicos a partir de carbón, de gas natural o de biomasa. Fue inventado por el científico alemán ganador del premio Nobel Friedrich Bergius en el año 1927. Por extensión, también puede usarse para otros productos combustibles y para otros tipos de materias primas "no convencionales" (por ejemplo las arenas bituminosas o los residuos plásticos).