Bellu es el nombre del cementerio más famoso y monumental de Bucarest. Está situado en un terreno donado al ayuntamiento por el barón Barbu Bellu, de quien recibe el nombre. En aquel momento, el solar se encontraba en las afueras de la ciudad, se inauguró en 1858, se dedicó a la confesión ortodoxa rumana y pronto se convirtió en el favorito de las familias aristocráticas y pudientes de la ciudad, que encargaron ricos panteones decorados por los mejores artistas.