Se llaman celdas a los aposentos de los monjes en los conventos. El abate Fleuri dice que las celdas de los primeros monjes que vivían en los desiertos eran una especie de chozas o casillas pequeñas separadas las unas de las otras, como las de los cartujos y camaldulenses. En ellas vivían algunas veces dos o tres monjes, y por esto se llamaron por algún tiempo celdas los monasterios pequeños o prioratos.