La catedral de Mondoñedo es, junto con la concatedral de Ferrol, una de las sedes episcopales de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, en Galicia. Recibe el sobrenombre de la "Catedral arrodillada" por sus perfectas proporciones y escasa altura. Fue declarada Monumento Nacional en 1902. El papa Juan XXIII, mediante una bula fechada el 9 de marzo de 1959 la nombró basílica.