La Catedral de Braga, distrito de Braga, en Portugal está considerada como un centro de irradiación episcopal y uno de los más importantes templos del románico portugués, su historia se remonta a la obra del primer obispo, Pedro de Braga, correspondiéndose la restauración de 1070, de la que no se conservan vestigios. En esta catedral se encuentran las tumbas de Enrique de Borgoña y su mujer, Teresa de León, los condes de Condado Portucalense, padres del rey Alfonso I de Portugal.