El Caso Almería comienza el 10 de mayo de 1981, cuando aparecieron tres cuerpos abrasados dentro de un Ford Fiesta, en un barranco de Gérgal, Almería. El informe de la Guardia Civil señalaba que habían intentado huir, responsables del atentado contra el General Valenzuela", que había sucedido un par de días antes. Incluso les ponían apellidos: eran "Mazusta, Bereciartúa, y Goyenechea Fradúa".