Las casas de huéspedes eran establecimientos de hostelería similares a las fondas destinados a alojar personas. En las llamadas posadas secretas o casas de huéspedes, sus amos cedían una parte de la habitación ya amueblada y contrataban con el huésped la comida por un tanto diarios que siempre era más económico que en las fondas. Sus precios variaban según la situación, dimensiones, mueblaje y demás comodidades.