La Familia Obrenović gobernó Serbia de 1815 a 1842, y nuevamente de 1858 a 1903. Llegaron al poder con la legitimidad obtenida por el distinguido papel de la familia y especialmente Miloš Obrenović en la Segunda Insurrección Serbia contra el Imperio otomano, llevando a la formación del Principado de Serbia. Los Obrenović tendían al gobierno autocrático, variando su popularidad a través de sus años en el poder.