La presencia cartaginesa en Hispania está estrechamente relacionada con la presencia de los fenicios en distintos enclaves costeros de la península Ibérica, los más conocidos son los del sur de España aunque hace poco aparecieron pequeños restos fenicios incluso en Vigo, Galicia) y el noroeste de África: Sexi, Gadir, Abdera... Tras la batalla de Alalia la mayor parte de la costa mediterránea peninsular y las Baleares quedan bajo la influencia de Cartago.