El Real Canal de Manzanares constituyó un proyecto de infraestructura muy ambicioso y por sus enormes dificultades, para muchos, irrealizable, que pretendía unir Madrid con Aranjuez por medio acuático donde el canal se dividiría para ir a Lisboa por el Tajo o por otro canal a Sevilla, según proyecto de Isidro González Velázquez. Sus restos aún se pueden contemplar en pleno Madrid.