El campo de concentración de Salaspils o campo de concentración de Kurtenhof fue fundado a fines de 1941 a unos 18 kilómetros al sureste de Riga, en Letonia. La burocracia nazi estableció distinciones entre los distintos tipos de y, dentro de esta clasificación oficial, Salaspils era una prisión y un campo de educación laboral (Polezeigegfängnis und Arbeitserziehungslager). La denominación de Kurtenhof se debe al nombre en alemán de la ciudad de Salaspils.