El campo de concentración de Sachsenhausen, ubicado en la población de Oranienburg, en Brandeburgo, Alemania, fue construido por los nazis en 1936 para confinar o liquidar masivamente a opositores políticos, judíos, gitanos, homosexuales, posteriormente también prisioneros de guerra y finalmente Testigos de Jehová. Aproximadamente unos 30.000 prisioneros de todo tipo fueron asesinados dentro del campo.