El campeonato del mundo de ajedrez reconoce a los campeones mundiales de este deporte oficialmente solo desde el último cuarto del siglo XIX, en que Wilhelm Steinitz se autoproclamó a sí mismo campeón del mundo pero nadie le discutió el título tras su victoria sobre Adolf Anderssen en 1866. Posteriormente se afianzó en este reconocimiento con sucesivas victorias en el torneo de Londres, considerado el más fuerte torneo de la época.