En la iglesia católica, un beato (abreviado como B. o Bto/ta) es un difunto cuyas virtudes han sido previamente certificadas por el Papa y puede ser honrado con culto. El término beato significa literalmente feliz (del latín beatus), o bienaventurado en sentido más amplio, aludiendo a la creencia de que esa persona está ya gozando del paraíso. La consideración de beato constituye el tercer paso en el camino de la canonización.