La batalla de Órbigo tuvo lugar en 456 y debe su nombre al río Órbigo que fue donde tuvo el enfrentamiento entre suevos y visigodos. Todavía en este mismo lugar, a lo largo de los tiempos, hubo varias otras batallas, entre ellas, la que fue trabada en el año de 900 entre el rey Alfonso III de Asturias, llamado el Magno (866-910), y las tropas cordobesas del emir 'Abd Allah (888-912).