La Batalla de Colenso fue peleada entre las fuerzas británica y Bóer en Colenso el 15 de diciembre de 1899 como parte de la Segunda Guerra Anglo-Bóer. Una preparación y reconocimiento inadecuados y liderazgo falto de inspiración condujeron a una fuerte y en algunos aspectos humillante derrota británica. Fue la tercera derrota consecutiva del ejército británico en la llamada semana negra.