Bartolomé Castaño fue un misionero de la Compañía de Jesús y filólogo hispano-portugués. Destinado a las misiones del país de los Sahuaripas y a la de los Sisibotaris, en las que pasó diez años, aprendió tan perfectamente su idioma, usos y costumbres, que los indígenas en muchas ocasiones le tomaron por sabio de su raza, ejerciendo gran influencia entre ellos por su conocimiento de la música y elocuente palabra.